Esto me ha dejado en shock

La experiencia fue desastrosa. habitaciones sucias con telarañas y un tremendo ruido del tren que no permite descansar. Además, la atención fue inconsistente, con un servicio en el restaurante muy poco profesional y un desayuno limitado. No se justifica el precio de estar aquí.

Las vistas desde nuestra habitación eran simplemente espectaculares, lo que hizo nuestra estancia aún más agradable. apreciamos que el hotel tiene un acceso directo al ferry hacia el Reino Unido, lo que fue muy conveniente para nosotros como ciclistas. Además, la proximidad a Bilbao y el transporte público disponible facilitan mucho las excursiones por la zona.

El ruido del tren cercano puede ser molesto, especialmente para quienes tienen el sueño ligero.

Estuve en el URH Palacio de Oriol recientemente y disfruté mucho de mi estancia. La cena del menú diario, especialmente por 16€, fue una grata sorpresa, buena calidad y sabor. Además, el queso Idiazabal en el desayuno me recordó a mi tierra. Un par de detalles podrían mejorar, como el ruido del tren, pero todo lo demás valió la pena.

disfruta de vistas y paseos cerca del mar

Mi estancia fue maravillosa porque el hotel tiene una ubicación perfecta a solo 10 minutos a pie del impresionante Puente Colgante y a un corto paseo del hermoso paseo marítimo, haciendo que mis exploraciones de la ciudad y de los parques sean realmente agradables.

El wifi funcionó bien. Limpieza de la habitación regular y sin minibar.

Las habitaciones son amplias y ofrecen unas vistas espectaculares desde las terrazas.

El ruido del tren es realmente molesto cuando pasa, especialmente para quienes tienen el sueño ligero.

Desayuno decepcionante, vistas increíbles

Las vistas de la terraza eran espectaculares, haciendo que el ambiente del hotel fuera realmente especial. La atención del personal siempre fue amable y servicial, lo que hizo que nos sintiéramos bienvenidos.

El desayuno fue una gran decepción. la variedad y calidad de los productos dejaban mucho que desear y resultó ser poco apetitoso. Además, el ruido del tren se hizo presente durante la noche, lo que afectó nuestro descanso.

Recomendaría este lugar para una parada superficial.

Cómoda habitación, excelente ubicación, el hotel está tan cerca de estaciones de tren y metro que resulta muy fácil desplazarse a cualquier ciudad cercana para explorarlas más a fondo.

No se me ocurre nada.

Me alojé en el URH Palacio de Oriol y disfruté mucho de su cercanía al ferry, lo que facilitó mis exploraciones. La habitación doble era espaciosa y cómoda. Además, el gimnasio abierto las 24 horas fue un gran plus para mantenerme activo. La atención del personal fue eficiente, lo que siempre se agradece.

recomendado

me gustó mucho la arquitectura y las habitaciones muy cómodas, pero el ruido del tren a veces era molesto.

La estancia fue muy agradable, especialmente disfrutamos de la terraza y del ambiente familiar. El hotel cuenta con buenas instalaciones recreativas, incluyendo un gimnasio y un playground ideal para los niños. Mi marido y yo apreciamos la habitación espaciosa.

Mi mujer dice que el desayuno podría mejorar en calidad y variedad.

el urh palacio de oriol tiene un servicio de habitaciones muy útil y un ambiente alegre. el bar y el área de descanso son ideales para relajarse después de un día explorando. el desayuno buffet es cualitativo, sin embargo, tal vez podrían mejorar un poco la presentación de algunos platos.

la atención en la cena fue algo lenta.

El hotel destaca por su arquitectura impresionante y vistas a la ría que son realmente tranquilizadoras. El personal se mostró eficiente al solucionar un inconveniente con la habitación, lo cual es muy valorable. Sin embargo, el ruido del tren fue perceptible en algunas habitaciones y el desayuno dejó un poco que desear en cuanto a variedad. Adicionalmente, el minibar estaba vacío, lo que resultó algo inesperado en un hotel de su categoría.

Las habitaciones son amplias y cuentan con vistas espectaculares. Además, el hotel tiene un gimnasio abierto las 24 horas, lo cual es ideal para mantenerse activo.

La experiencia se vio afectada por el ruido del tren que pasa justo detrás del hotel, especialmente si se tiene el sueño ligero. Las camas son un poco duras, con colchones de muelles que pueden ocasionar ciertas molestias. El desayuno, aunque tiene opciones como el queso Idiazabal, dejó un poco que desear en cuanto a variedad y calidad, lo que no se esperaría de un cuatro estrellas.